Le costó mucho llegar a esta última edición del Hatortxu Rock. Dos años y medio, exactamente. Y se fue rápido. Han sido dos días. 48 horas de solidaridad en las que 1.500 voluntarios y miles de personas que han abarrotado el espacio han dejado una nueva cita para ser recordada, marcada por el auzolan y un ambiente festivo inigualable. Lamentablemente, todavía hay gente que no sabe disfrutar y dejar disfrutar en estos espacios y se han denunciado varias agresiones, hasta el punto de que el festival ha terminado una hora antes de lo previsto.
Queremos empezar esta primera y rápida valoración dando las gracias. Gracias a todas quienes habéis hecho posible esta 26 edición de Hatortxu. A ese maravilloso grupo que habéis llevvado a cabo durante meses la organización, a las voluntarias de estos días, a los músicos y a todas las miles y miles de personas que se han dado cita en Atarrabia. Repetimos que este festival lo hacemos entre todos y todas y este año también habéis sido un ejemplo.
Hace 23 años que Hatortxu nació con el objetivo de denunciar la dispersión y paliar los gastos que ésta suponía. Y este año, gracias a todos los anteriormente citados, hemos conseguido cumplir una vez más el objetivo. El objetivo final, por supuesto, es ese día en el que el Hatortxu Rock no sea necesario. Y gracias a iniciativas como la de este fin de semana, ese día está más cerca.
Han sido dos años y medio muy difíciles. Difíciles para la sociedad y difíciles también para Hatortxu. Ni que decir tiene para las represaliadas políticas y sus familiares. En lo que nos concierne, han sido dos años y medio sin poder hacer nuestra aportación en la lucha contra la dispersión. Y con el deseo de recuperar ese tiempo perdido organizamos esta nueva edición que acaba de terminar. Y queremos subrayar que lo hemos conseguido.
Queremos aprovechar estas líneas para canalizaros los mensajes de felicitación y agradecimiento que nos han hecho llegar miles de personas del público, los músicos y demás trabajadores. ¡Qué tesoro es organizar a vuestro lado el Hatortxu!
Lástima que no todos hayamos podido disfrutar del festival de forma libre. Durante estos dos días se han producido varias agresiones homófobas y sexistas. Tras gestionarlas, la respuesta social fue imprescindible y la gravedad de la situación nos ha obligado a terminar Hatortxu una hora antes de lo previsto. En estos dos días se han denunciado 3 agresiones homófobas y 5 sexistas. Inadmisible.
Así que, aunque hemos tomado medidas para que Hatortxu sea una zona segura, tenemos que deciros, llenos de asco y rabia, que no lo hemos conseguido. Pero no cejaremos en nuestro empeño y seguiremos trabajando. Pondremos todas las herramientas y recursos a nuestro alcance para convertir HTX en un espacio seguro para todas.
Necesidad de seguir trabajando
Aunque todavía no hemos finalizado los trabajos de esta edición (los trabajos de desmontaje y limpieza se prolongarán durante varios días para devolver correctamente la zona al pueblo de Atarrabia), nos vemos obligados a mirar hacia adelante. Todavía quedan 180 presas políticas vascas en prisión. Aunque muchas de ellas se encuentran en prisiones de Euskal Herria, todavía hay otras muchas que están alejadas en cárceles de los Estados español y francés. Y aunque es cierto que cada vez hay menos presas, una ya es demasiado. Y mientras una sola esté en prisión, Hatortxu Rock tendrá que seguir trabajando.
En este sentido, ya hemos puesto nuestra vista en la 27ª edición. Allí nos vemos, el 17 de diciembre, para dar un nuevo paso en ese camino hacia casa.