Lendakaris Muertos están de vuelta con una nueva colección de canciones-colleja, entre ellas una que cuenta con un récord mundial, la canción más corta de la historia, y con el regreso de uno de los fundadores de la banda, Asier “Aguirre”. Cumplen veinte años de carrera y lo están celebrando con una gira en la que lo están dando (casi) todo.
Veinte años (casi medio lustro, según el ministro de Cultura) llevan vivos ya Lendakaris Muertos y lo celebran con este disco con el que vuelven a activar su infalible detector de gilipolleces. Oyendo sus nuevas canciones nos damos cuenta, por ejemplo, de que vivimos bajo una tormenta de mierda y la mayoría tragamos porque nos la dispensan desde ojetes blanqueados con Lejía Conejo.
Después de las borotas de Spainkiller y Miedo a un planeta plano, el nuevo trabajo de los navarros se publica, además de en formato digital, en CD y en vinilo. Una nueva galleta lendakariana que es en realidad un galletazo tras otro. En las canciones caen collejas para todes: cayetanos, cayetanas (pero también nekanes y orioles), sanchistas, futboleros, pelotas de oficina…
Y tampoco faltan los habituales guiños, homenajes o fusilamientos. Por las vitriólicas letras y afilados acordes de Mucho asco (casi) todo desfilan, entre otros, José Luis López Vázquez, Anasagasti, los Beatles con su submarino amarillo (bueno, este pintado con Titanlux), Yosi de Los Suaves, unos White Stripes capados, los Misfits, los Exploited, Sanchís y Jocano, Leonardo di Caprio y el Titanic (se dice taitanic), Carolina Durante, Pablo Echenique – “Pablo Echenaik maltrata a su caniche, maltrata a su yorkshire”, cantan en un inspirado estribillo− o un punki viejo y alopécico que decide ponerse cresta en Turquía…
Una docena de trallazos sacudidos con el habitual sarcasmo y la contundencia y velocidad propias del grupo, aspecto este último en el que sin duda se lleva la palma el tema que da título al álbum, “Mucho asco (casi) todo”, un corte de menos de un segundo que arrebata el récord mundial de la canción más breve de la historia a You suffer, de Napalm Death, con el mérito añadido de que mientras la de los británicos es apenas un alarido, en la de los Lendakaris cabe una frase entera y aún les sobra tiempo para incluir un paréntesis (aunque seguro que habrá algún gracioso de turno que diga que esta parte del disco se le hace larga).
Y además un himno antifutbolero para hacer amigos en Graderío Sur, Fuck Osasuna (suena feo, pero en realidad es un generoso consejo para preservar la salud de los aficionados rojillos); un método rápido de inglés para tontos; o un recado a otro lendakari (Perro Sanxe), al que parece que las hordas fascistas han convertido en Che Guevara pero que no debemos olvidar que una vez se limpió la mano después de dársela a un negro.
La imagen del presidente español es además la de la inquietante portada del disco, obra del dibujante madrileño Mario Rivière.
Vuelven, en definitiva, Lendakaris Muertos, con su punk de toda la vida, sin tontadas ni concesiones. Y lo hacen reforzados a las guitarras con uno de los miembros fundadores e ideólogo de la banda armada (armada de corrosión, desafío e ingenio, queremos decir):
Asier “Aguirre”, que regresa al grupo después de una década, o de medio lustro, según el ministro de Cultura, y que también estará junto con Aitor “Ibarretxe”, a las voces, Jokin “Garaikoetxea”, al bajo, Potxeta “Ardanza”, a la batería, Iván Karmona, a la otra guitarra, y el Oso Panda y sus ojeras farloperas a las cucamonas, en la gira de aniversario que los llevará en 2024 por escenarios y festivales de todo el Estado y América (gira a la que han bautizado Veinte años dándolo (casi) todo; y queremos pensar que lo de “casi” es porque se guardan fuerzas para seguir haciéndonos gozarla al menos otros veinte años más).
¡Larga vida, pues, a Lendakaris Muertos!