¿Hatortxu Rock se ha ido de la misma forma en la que llegó? No. Estamos mucho más fuertes, somos muchas más. Hemos repetido sin descanso que Hatortxu Rock suponía un reto enorme y sí, lo hemos conseguido. Lo hemos conseguido gracias a vosotras. Y si somos cacaces de hacer esto, ¿qué no podremos hacer? Las traeremos a casa. Claro que sí.
Miles de personas han visitado Lakuntza durante estos cuatro días. Miles de personas, trabajando por un mismo objetivo a ritmo de acordes solidarios. Hemos superado las expectativas y es imposible de definir el ambiente que hemos vivido durante estas jornadas.
Hemos subrayado que debíamos organizar algo irrepetible e inolvidable. Y nosotras, al menos, no lo olvidaremos. Desde nuestro ámbito, hemos tratado de colocar en el centro de las agendas la necesidad de resolver las consecuencias del conflicto armado vivido en Euskal Herria, como son la situación de presas políticas vascas, refugiadas y deportadas, y en muchos casos, lo hemos conseguido.
Debemos dar las gracias. Para comenzar a todas aquellas que han trabajado en la organización de este acto durante muchos meses, así como a todas las voluntarias que lo habéis hecho posible durante las últimas semanas. El nivel ha sido extraordinario. Miles de personas trabajando juntas, en auzolan. Habéis marcado un hito. Sois la rentabilidad de un modelos que parecía ir apagándose poco a poco. El trabajo creado, cada día, por miles de personas ha dado un resultado que quedará grabado en nuestras memorias. Sois ejemplo y sois lección.
Por otro lado, también queremos mostrar nuestro agradecimiento a los cientos de músicos y músicas que han subido al escenario por el compromiso y la actitud mostrada. Así como a las miles de personas que se han agolpado frente a los escenarios. Habéis demostrado saber dónde y por quién habéis venido a Hatortxu Rock 20, que otro modelo festivo es posible y que entre todas podemos construir grandes cosas.
Hemos dado un nuevo paso para traer a casa a las presas políticas vascas y las refugiadas. Hatortxu Rock no es el comienzo ni el final de nada. Y queda mucho trabajo por delante. 329 presas políticas vascas y cientos de ciudadanos que no pueden regresar a casa. Las queremos a todas con nosotras y solo cuando las tengamos a todas entre nosotras podremos celebrar un verdadero festival.
Pero lo volveremos a repetir. Si somos capaces de hacer esto, ¿qué no vamos a poder hacer? Hay que juntarse, organizarse, activar pueblos y barrios y trabajar hasta que tengamos a todas en casa.
Mila esker Euskal Herria!